El loro Alex era famoso por su inteligencia (podía reconocer objetos de diferentes formas, tamaños y colores) y porque era capaz de entender el lenguaje humano y dar respuestas complejas coherentes (obviamente de modo rudimenatrio). Su fama llegó a ser tal que cuando murió en 2007 a los 31 años de edad, el New York Times le dedicó un obituario.La voz comprende los hechos acústicos distintivos que permiten al escuchante identificar al parlante (¿Niño o adulto? ¿Hombre o mujer? ¿Quién es?). La voz de Alex era peculiar por ser muy humana. Esto es muy destacable pues los pájaros no poseen laringe (es exclusiva de los humanos y por eso emitimos el tipo de sonidos que emitimos y tenemos voz para comunicarnos), sino una estructura denominada siringe. La función de los músculos de la siringe está controlada por neuronas que en el ser humano activan los movimientos de la lengua. Los loros son famosos por su capacidad de imitación vocal. Son parlanchines y adoptan el vocabulario, e incluso el acento, de sus dueños. Su cuidadora, la etóloga Irene Peppenberg, hablaba a Alex con un tono maternal, como hablamos a niños pequeños y mascotas.La capacidad de imitar sonidos implica un aprendizaje vocal, algo que sucede en muy pocas especies. El pinzón cebra y el canario también aprenden sus canciones, pero en el resto de aves es una habilidad innata. Las parejas de pinzones cebra incluso se reconocen por la voz. Son las ratas de laboratorio para estudiar todo lo relativo al aprendizaje vocal.
En mamíferos el aprendizaje vocal solo se ha descrito en murciélagos, delfines y elefantes. El caso de los elefantes fue una sorpresa y el hallazgo se hizo gracias a la contribución casual de Malika que imitaba a la perfección el ruido del motor de un camión. Se desconoce cómoanimales con cerebros complejos y grandes controlan el aprendizaje vocal. Cada año, en la época de celo, los canarios macho aprenden cantos originales para cortejar a la hembra compitiendo con otros machos. Para ello, el canario genera nuevas neuronas que forman los nuevos circuitos de conexión entre los centros vocales para el aprendizaje y los encargados de la ejecución motora del canto, todo ello bajo el control de la testosterona que irrumpe en esa época. La relación entre estas redes neurales implicadas en el aprendizaje vocal y circuitos que el ser humano emplea para aprender el lenguaje es confusa. Por cierto, el aprendizaje de nuevas canciones es una función de la alfasinucleína, la misma proteína que causa la muerte de las neuronas causante de la enfermedad de Parkinson.
El ser humano es fabuloso en comunicación vocal aprendida. Respondemos a palabras, interpretamos el significado de frases y producimos la respuesta vocal adecuada. Es difícil retrotraerse en la evolución para determinar cuándo adquirimos esta capacidad. Al fin y al cabo, las palabras no dejan huella en el registro fósil. Se desconoce si los neandertales hablaban o cantaban (aunque tenían una laringe rudimentaria capaz de emitir sonidos guturales). Se sabe que los chimpancés no emplean palabras para comunicarse, ni enseñan a otros chimpancés a utilizar el lenguaje de los signos (algo que sí hicieron con relativa facilidad los niños sordomudos de Nicaragua cuando crearon su lenguaje de signos tan exclusivo. Nota histórica: El origen del lenguaje de signos se retrotrae a la época medieval en el monasterio de San Amadeo?? en Oña con Ponce de León).Los babuinos y los pinzones cebra son capaces de reconocer la voz de otros congéneres y utilizar esa información en sus relaciones sociales.La comunicación vocal es mucho más que el lenguaje. Transmite nuestra edad y sexo, así como nuestras emociones e intenciones y reconocemos a otros individuos a través de su voz. Y algunos animales lo saben.